Ayer pude asistir a la premiere de “A 47 metros 2” en los cines MK2 del C.C Palacio del Hielo. Gracias a esta invitación os voy a poder hablar de esta película que se estrena hoy y que sinduda, es un estilo de película que siempre se suele ver en época de verano.
En mi caso, desde muy pequeñito me han encantado las películas de tiburones y monstruos, aunque a día de hoy ya este todo muy visto y aporten poca novedad.
En este caso, “A 47 metros 2” nos cuenta una historia totalmente diferente e independiente de la primera entrega, con la que no tiene ningún tipo de conexión. Por lo que en esta ocasión no importa si no viste la primera entrega de la franquicia.
SIPNOPSIS
Esta vez nos cuentan cómo una familia se muda a México, dado que el padre investiga una vieja ciudad y templo Maya que se quedó sumergido por el mar. Las dos hijas con sus amigas se dirigen a un lago de interior que esconde una entrada que conecta con el templo sumergido.
Pronto descubrirán que su travesura y sus ganas de explorar el templo se convertirá en una agonía constante para ellas al descubrir que no están solas, tratando de sobrevivir desde ese momento a un tiburón blanco muy diferente del que conocemos.
MI OPINIÓN. (CRÍTICA)
Esta claro que a pesar de que me encanta este tipo de películas, no veremos una superproducción que aporte algo nuevo e inmemorable, pero que de igual manera cumple su función de entretener al espectador con algún que otro susto o sobresalto.
Veremos un gran avance respecto a la primera entrega y permanece ese sello que hace esta franquicia diferente al resto de películas de tiburones, dado que tanto la primera como la segunda, transcurren prácticamente dentro del agua.
En esta segunda parte, se desarrolla en continuo movimiento y cambios de escenarios de las chicas que intentan encontrar una salida, potenciando y trasladando al espectador esa agonía, miedo, ansiedad o como florece el instinto de supervivencia.
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