Esta serie original de Netflix, feminista y ambientada en la década de los 80′ me termino enamorando. La serie ha estado 66 veces nominada y ha ganado 6 premios.
Esta semana han regresado las más de 10 chicas que componen Glow, contra solo 2 chicos que hay en el reparto de esta serie, que a pesar de sus toques de humor, sobre todo humor negro, su ironía y su sarcasmo, esconde la dramática situación de cada uno de sus personajes, cada uno tan diferente del resto y como todos tienen un factor común, que es sobrevivir, poder cumplir sus sueños y ganar dinero para vivir o ayudar a su familia.
Todo se va produciendo entre luchas, sin perderse entre los focos y es que la serie consigue entrelazar muy bien el show de la lucha, con la vida de los personajes, casi sin darnos cuenta y sin censuras.
Desde la primera temporada hemos visto como las chicas van progresando y en esta tercera temporada, llegaran a Las Vegas, donde tendrán que seguir luchando y seguir trabajando en equipo para hacer frente a los imprevistos y adversidades. Además necesitarán convencer cada semana al casino y a su público para poderse mantener en cartel.
Por otro lado, Las Vegas será como un soplo de aire por momentos para ellas, donde desconectarán y se divertirán, olvidando así por momentos de sus problemas e inquietudes.
Los capítulos son cortos, así que la temporada es rápida y amena. Es una serie que se ve sola sin darse cuenta y que cuenta con estilo propio y original. Tiene su propio sello de identidad, algo que se agradece, entre tanto contenido tan parecido y poco original que ayuda últimamente en Netflix, sobre todo ahora que hay mas contenido adolescente con las escenas y guiones controlados al milímetro.
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